¿Cómo afecta el ciclo menstrual al estado de ánimo?

27 Mar

Actualizada el 24 de Oct de 2024

¡Hola! Me llamo Anel Martínez y soy neurosexóloga. Con más de 10 años de experiencia como sexóloga y experta en salud mental, mi enfoque se centra en ti de manera personalizada. Mi pasión por el bienestar se refleja en la diversidad de técnicas que empleo, y más allá de la terapia cognitivo-conductual, utilizo herramientas como la terapia..

Saber como afecta tu ciclo mentrual a tus emociones es clave para aprender más sobre ti. ▷ Te enseñamos como lidiar con tus emociones en cada etapa de tu ciclo

¿Cuántas veces has oído frases como estoy agotada, creo que me viene la regla? Esta no es más que una forma de manifestar el malestar que aparece cuando el ciclo menstrual llega a su punto más crítico. Sin embargo, para empezar es bueno aclarar que todo depende del nivel de hormonas sexuales y como este está sujeto a fluctuaciones muy marcadas dependiendo de cada mujer.

Esto pasa porque en las mujeres, durante el período que va de la primera menstruación a la menopausia, el nivel de hormonas sexuales está sujeto a alteraciones frecuentes y que, en mujeres más susceptibles, desencadenan una desregulación afectiva.

Esta es una combinación de vulnerabilidad emocional e incapacidad para modular las respuestas emocionales que incluye: irritabilidad, ira, tristeza, ansiedad y una incapacidad para sentir placer o interés en actividades normalmente consideradas amenas, como la comida o el sexo.

Para tratar esto es necesario conocer cómo funcionan los procesos hormonales femeninos, y cuáles son las mejores alternativas para hacerle frente a este proceso natural tan mágico, pero que en ocasiones puede ocasionar serios dolores de cabeza para la mujer y sus personas más cercanas.

Entendiendo el ciclo menstrual para enterder como afecta al estado de animo

La menstruación es experimentada por muchas mujeres como el peor momento del mes, en parte porque a muchas se les enseña, y en parte por experiencia directa.

Sin embargo, los cambios que experimenta el cuerpo femenino son parte de un ciclo natural dividido en fases. Comprender qué estados emocionales prevalecen en cada uno de ellos te va a ayudar a seguir el ciclo y no considerarlo simplemente como una caída en tu bienestar mensual.

Además de la menstruación -la fase más conocida y obvia y a la que el mercado dedica mayor atención- también está la fase folicular, la fase de ovulación y la fase lútea.

Ten muy presente que esta es una oportunidad para conocer tu cuerpo. Intenta dejar a un lado la visión negativa del ciclo menstrual y tómalo como una oportunidad para conectar contigo misma, para ser consciente de tu cuerpo y mente.

Las diferentes fases

Hay 3 fases del ciclo menstrual. Cada una de ellas se caracteriza por una producción específica de hormonas y neurotransmisores. Gracias a esto, es posible que sepas lo que puedes esperar en cada una de las fases. El ciclo comienza el primer día de la menstruación, o sangrado, y termina el día anterior al siguiente sangrado. Sin embargo, al ser variable, puede durar de 21 a 35 días.

Recuerda que las fases del ciclo afectan al estado de ánimo y al comportamiento. Durante la menstruación, por ejemplo, la disminución del estrógeno afecta a la excitabilidad del sistema nervioso. También aumenta los niveles de ciertos neurotransmisores como las encefalinas, las endorfinas y la serotonina.

La disminución de estrógeno también causa una caída en los niveles de estradiol, la hormona que influye en el deseo sexual. También disminuye la progesterona, interfiriendo con la producción de otras hormonas antiestrés, lo que afecta la tensión y la irritabilidad.

¿Qué hacer? Puedes aprovechar esto para centrarte en ti misma. Es un período que fomenta la introspección. Algunas actividades, como la escritura, suelen ser más fáciles y suaves. También es un buen momento para tomar aquellas decisiones que requieren análisis y calma.

Fase folicular

La duración de la fase folicular varía de una mujer a otra. También depende del desarrollo de los folículos ováricos. Comienza el primer día de la menstruación y culmina con el desarrollo del óvulo. Durante esta fase, se producen las hormonas luteinizantes y estimulantes de folículos, que generan estrógeno.

La cantidad de estrógeno aumenta progresivamente, especialmente el estradiol. Esto se traduce, a nivel bioquímico, en un aumento de los neurotransmisores como las encefalinas, las endorfinas y la serotonina. Alrededor del undécimo día, se activan las áreas asociadas a los mecanismos de recompensa.

Lo que sucede en un nivel biológico se refleja en un nivel emocional. En esta fase aumenta la sensación de felicidad y el deseo sexual. Además, el aumento de los niveles de estradiol aporta fuerza y energía.

Muchas mujeres informan que se sienten mucho mejor en esta época del mes, tanto física como mentalmente, experimentando alivio, euforia e incluso un aumento del deseo sexual. De hecho, si la progesterona es la hormona que está ligada a la caída de la libido, el estrógeno es su némesis y en esta fase está en su punto máximo.

Fase de ovulación

La siguiente fase del ciclo menstrual es la ovulación. Cuando el óvulo termina su proceso de maduración, la glándula pituitaria provoca un aumento de las hormonas luteinizantes, que son responsables de la ovulación. El óvulo puede ser fecundado por un espermatozoide en un período de 12 a 36 horas.

Si se produce la fecundación, se producirá un embarazo. De lo contrario, se producirá la menstruación.

En esta fase, el estrógeno aumenta y se producen enzimas que permiten que el tejido folicular se descomponga. Esto hace que el óvulo madure y se libere. En esta fase, el deseo sexual y la energía aumentan gracias a un aumento del estrógeno combinado con la influencia de la oxitocina y la serotonina.

Sin embargo, lamentablemente, la fase de ovulación no sólo se caracteriza por altos niveles de energía y un fuerte deseo sexual, sino que también es el momento en que muchas mujeres experimentan acné o, al menos, la fase durante la cual aparecen granos, por lo general en la misma zona.

Fase luteínica

La última de las fases del ciclo es la fase lútea. Después de la ovulación, el cuerpo lúteo se desprende. Si el óvulo no es fertilizado, el cuerpo lúteo deja de producir progesterona y el revestimiento del útero es expulsado a través de la menstruación.

Una semana antes de la menstruación, la producción de estrógeno y progesterona disminuye. Normalmente se produce el síndrome premenstrual (el cual conocerás más adelante). Aprovecha este momento para acercarte a tu paz interior, consentirte y entender el proceso por el que estás pasando.

En este periodo, la paciencia juega un papel fundamental, ya que debes ser paciente con las personas que te rodean y al mismo tiempo, tener la disposición de darte un espacio para ti. No hay nada de malo en exigir un poco de privacidad y comprensión.

Cambios en tu estado de ánimo debido al ciclo mentrual

Los cambios hormonales afectarán a tu estado de ánimo. Las hormonas, de hecho, afectan el equilibrio químico del cerebro, por lo tanto, de manera indirecta, también el estado de la mente. ¡Los procesos hormonales son algo que los hombres ni imaginan!

Ten en cuenta que la fase folicular es una oportunidad imperdible para empezar un proyecto. Gracias a la activación de los sistemas de recompensa, esta fase fomenta la planificación y el logro de los objetivos. En este momento del ciclo, será más fácil sentir que tus esfuerzos han valido la pena.

En la ovulación es el momento adecuado para la procreación, es decir, cuando hay más posibilidades de quedar embarazada. Para aprovechar esta fase, puedes enfocarte en la creación, no sólo en el sentido literal.

Por ejemplo, puedes usar toda tu energía en proyectos creativos, ya que esto te ayudará a moverte mejor. Pero también compartir, dar amor y apoyo a las personas importantes para ti. Haciendo esto, nutres tus metas, empatizas y compartes.

Después, la alteración del estado de ánimo sólo está presente durante un cierto período de tiempo, durante la fase lútea del ciclo menstrual. Los síntomas surgen 1 o 2 semanas antes de la menstruación y se resuelven completamente con el inicio de la misma.

¿El síndrome premenstrual en qué parte esta del ciclo mentrual y cómo afecta al estado anímico?

La mayoría de las mujeres en el curso de sus vidas experimentan síntomas de síndrome premenstrual en las semanas previas a su flujo menstrual. La prevalencia puntual del síndrome premenstrual sería de entre el 20 y el 30% aproximadamente. Los síntomas no son exactamente los mismos en todas las mujeres e incluso en la misma mujer pueden variar de un ciclo a otro.

Los síntomas, tanto físicos como emocionales, ocurren de manera cíclica antes de la menstruación y disminuyen o desaparecen con ella. Los síntomas más comunes del síndrome premenstrual incluyen:

Cambios de humor.
Agitación, ansiedad o irritabilidad.
Sensibilidad en los senos.
Fatiga o dificultad para dormir.
Hinchazón o dolor de vientre.
Dolores de cabeza.
Cambios en el apetito y deseo sexual.

La altísima prevalencia de dolencias premenstruales leves no debe ocultar el hecho de que las mujeres en edad de procrear pueden padecer una variante grave de esta afección, lo que podría dar lugar a una drástica reducción de la calidad de vida y posiblemente a un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos del estado de ánimo.

¿Cuáles son las causas?

Las razones de la aparición del síndrome premenstrual todavía no se comprenden plenamente. Aunque los expertos afirman que podrían ser fluctuaciones de los niveles hormonales durante el ciclo menstrual y algunas mujeres pueden ser más sensibles a esos cambios que otras, todavía no se ha aclarado la razón de la diferente susceptibilidad individual.

La intensidad de los síntomas premenstruales varía de leve a severa e incluso a veces aparecen síntomas incapacitantes (casos de disforia). Por eso, es necesario que tengas un control ginecológico apenas aparezca tu primer periodo (incluso antes).

Aunque estás pasando por una tormenta emocional, también puedes aprovechar esta fase. ¿Cómo? Es el momento ideal para liberar las cargas emocionales. Expresar pensamientos y sentimientos ayuda a sentirse menos tensa. La fase luteínica es una gran oportunidad para dejar ir lo que no es bueno para ti.

Disforia premenstrual

Los términos "síndrome premenstrual" y "tensión premenstrual" se utilizan con frecuencia, pero están mal definidos. De hecho, una mujer a la que se le diagnostica SPM o TPM puede sufrir sólo síntomas somáticos o mentales.

Por el contrario, el término "disforia premenstrual" suele implicar que los síntomas del estado de ánimo -como la irritabilidad, la depresión y el distanciamiento afectivo- son prominentes y que la afección es de tal gravedad que afecta significativamente al trabajo, las actividades sociales o las relaciones con los demás.

Los síntomas comunes de esta disforia son los siguientes (hay que tener en cuenta que su intensidad es mucho más severa):

Disminución del interés en las actividades habituales (por ejemplo, trabajo, escuela, amigos, hobbies).
Dificultad subjetiva de concentración.
Fatiga fácil o falta de energía.
Cambio en el apetito, comer en exceso o un fuerte deseo de alimentos específicos.
Hipersomnia o insomnio.
Sensación de estar abrumada o fuera de control.
Síntomas físicos como dolor o tensión en los senos, dolor articular o muscular, sensación de "hinchazón" o aumento de peso.

No todos los síntomas aparecen a la vez, ni en todas las mujeres. Por eso, en el diagnóstico y tratamiento influyen factores como: edad, peso, estilo de vida, historia clínica, antecedentes genéticos, etc.

Cómo lidiar con los problemas en la menstruación y sus cambios anímicos

Se han probado un gran número de tratamientos para estos estados tan complicados que puedes llegar a sufrir en tu vida fértil. Entre ellos, se incluyen los tratamientos hormonales y los tratamientos psicológicos (desde el control del estrés hasta la psicoterapia formal, predominantemente de orientación cognitivo-conductual).

También son muy recomendables los tratamientos físicos (por ejemplo, yoga y ejercicio aeróbico). Del mismo modo, puedes intentar tomando minerales (como el calcio), los suplementos nutricionales (vitaminas, ácidos grasos, omega-3), los suplementos de plantas (Ginkgo biloba, Crocus sativus), y por último, los medicamentos antidepresivos.

Como cada mujer es distinta, lo más recomendable es tener un control estricto con un especialista de tu confianza. De esta manera, se podrá llevar una vigilancia precisa y un diagnóstico mucho más exitoso. Al mismo tiempo, es imprescindible que intentes llevar el ritmo de tu ciclo de la manera más disciplinada posible.

Por otra parte, es bueno señalar otras formas de control para contrarrestar los síntomas físicos y emocionales cuando llega el periodo, como la restricción de la sal y la cafeína, así como tomar medicamentos antiinflamatorios.

Incluso el deseo de dulces, especialmente el chocolate, no es sólo un mito: es tu cuerpo el que pide que le des serotonina, y ¿dónde encontrarla si no es en el más famoso de todos los alimentos reconfortantes para la mayoría de mujeres?

En muchos casos basta con un simple cambio en el estilo de vida, incluso si se requieren terapias farmacológicas tanto de tipo sintomático como hormonal. Vigilar las emociones es determinante, ya que hay mayor riesgo de desarrollar un síndrome depresivo (por eso, justamente, las mujeres son más sensibles a esta clase de patologías emocionales)...

Cuidado con el riesgo de depresión

La depresión es más común en las mujeres que en los hombres. En la mayoría de las mujeres con riesgo de depresión, la gravedad de los síntomas aumenta en la fase premenstrual del ciclo. De hecho, la diferencia en la frecuencia de la depresión en los sexos comienza en la adolescencia y se mantiene a lo largo de la vida con picos en el posparto y la premenopausia.

Entre la amplia variedad de síntomas (incluidos los sofocos, los sudores nocturnos, la sequedad vaginal, la ansiedad y los trastornos del sueño) que suelen presentar las mujeres durante el período de transición a la menopausia se encuentran la depresión y el estado de ánimo inestable o bajo. Por eso, si ya estás en edad, es necesario tener muchas precauciones con tu estado emocional.

Recomendaciones generales para llevar el ciclo mentrual en los cambios del estado de animo

Ahora que ya conoces con detalle qué es lo que sucede en el ciclo menstrual, es necesario que no olvides las pautas principales para entender mejor cómo funciona tu cuerpo física y emocionalmente.

Primeramente, recuerda que puedes aprender cómo aprovechar cada una de las fases sin dejar que influyan negativamente en tu vida. Es cuestión de observación y paciencia.
El estrógeno y la progesterona son los principales directores de todo lo que le sucede a tu cuerpo durante la regla, desde la regulación del metabolismo hasta la modulación del estado de ánimo.
Cada una de las fases del ciclo menstrual se manifiesta a través del cuerpo y la mente.
Intenta ver la fase folicular como un tiempo de reflexión y decisión, la ovulación como expresión y la fase luteínica como un tiempo catártico.
La energía es lo que prima durante la fase de ovulación: las ideas y los proyectos florecen, te apetece más salir y socializar, por lo que es un momento perfecto para hacer contactos y hacer planes. Te sientes soleada, optimista y atractiva.
La aparición del trastorno disfórico premenstrual debe tratarse adecuadamente.
Cuando el trastorno llega a interferir con las actividades profesionales, familiares y sociales, significa que los cambios hormonales durante el ciclo alcanzan niveles excesivos.
Un estilo de vida saludable (que incluya el ejercicio regular, la adopción de una dieta sana y equilibrada, el sueño adecuado, la abstención de fumar y la evitación del consumo excesivo de alcohol) son útiles para el tratamiento del síndrome premenstrual.
También son muy recomendadas la reducción del estrés mediante la práctica del yoga o la meditación y el uso de una medicación sintomática de automedicación si hay dolor.
Si tienes pareja, recuerda que la comunicación es la mejor herramienta para comprenderse y ayudarse en los momentos que se presente mayor tensión en el ambiente.

Por último, no debes olvidar visitar a tu médico especialista al menos 2 veces al año. Así podrás controlar mejor tu estado de ánimo y conocer por completo tu cuerpo en tu ciclo menstrual.